No siempre lo que escribes para un periódico, aunque sea local, es publicado, como me ha sucedido esta semana, pero aún así preparé un borrador para ello. Como no va a salir en la edición impresa, lo dejo tal cual lo tenía, con todas sus imperfecciones (Más aún de las habituales) Un saludo.
Durante esta pasada Semana Santa, una de las noticias más polémicas ha sido la cancelación de la procesión atea que se iba a celebrar en Madrid, bajo la excusa de que podía incitar a la violencia. Y me parece del todo inadmisible que en un Estado que se autoproclama laico y respetuoso con la libertad de expresión se haya hecho esto, equiparando automáticamente a los ateos como gente violenta y peligrosa. Una verguenza, vamos.
Y yo quiero romper una lanza a favor del ateismo, porque de verdad, hay cosas que soy incapaz de entender de la religión, y sobretodo de la católica, que para eso es la dominante entre nosotros. No entiendo cómo la gente sigue rigiendo su vida por las cosas que dicen en un libro que lo escribió gente que vivió en la Edad de Bronce. No entiendo por qué la jerarquía católica se empeña en explicar como tiene que ser la mujer, la familia, los hombres, los niños, la educación, etc cuando son un conjunto de misóginos machistas homófobos, una tribu cerrada de hombres, donde no admiten mujeres y no han podido formar una familia. No entiendo que me digan como debo vivir mi sexualidad cuando se supone que ellos tienen que ser célibes. No entiendo como una institución de caracter piramidal, sin ningún atisbo democrático, es permitida en un Estado democrático. No entiendo que se le asignen 6000 millones de euros todos los años de nuestros impuestos y luego nos rasguemos las vestiduras por las subvenciones a los sindicatos. Y no entiendo como tienen la desfachatez de ir promulgando las raices judeo-cristianas de Europa; enorme mentira, ya que nuestras verdaderas raíces son grecorromanas. Si por ellos fuera, no hubieran existido Gutemberg, Galileo, Da Vinci y Copérnico.
La Iglesia Católica ha durado 2000 años no porque tuviera un conocimiento divino, sino porque ha ido adaptándose y modificando sus creencias en base a la realidad que le rodeaba. Pero hoy, en la era de la información, cada vez se están quedando más en fuera de juego. No creo que llegue, pero espero el día que en vez de Semana Santa digamos Vacaciones de Primavera.
Plas, plas, plas, plas… Cada vez que alguien enciende la luz me da por aplaudirle. ¡Estupendo!
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