Y por supuesto, Alvarez-Cascos no iba a ser menos. Tras unas cuantas semanas de absoluta inacción, nos ha ofrecido un recorte de presupuestos que por supuesto no será el último. Y la partida que más ruido mediático está causando es la desmantelación de la RTPA. Y se cumplen absolutamente todos los requisitos. 800 personas que se van a quedar sin trabajo, más las empresas asociadas que se verán obligadas a cerrar por no poder prestar sus servicios; viendo la repercusión negativa que ha tenido, intenta volcar los apoyos afirmando que con la RTPA no se pueden construir hospitales, mezclando churras con merinas, y por si fuera poco, ya están apareciendo declaraciones de amigos personales,como Blas Herrero, con la "sana" intención de hacerse con la cadena autonómica. Un favorcito de un amigo a otro amigo.
El hecho es que electoralmente este movimiento es un patinazo de primer orden, porque la RTPA se va a defender con uñas y dientes de esta situación, y para ello disponen de la mejor herramienta que hay, la televisión. Es una prueba más de que al sr. Cascos no le interesa lo más mínimo el futuro de Asturias, y si me apuran, ni siquiera el de FAC. Sólo piensa en sí mismo. Obtendrá su escaño en el Congreso de los Diputados y buscará de cualquier modo entrar en el más que previsible gobierno del PP. Es la política que votamos para Asturias.
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